Uso adecuado del chupete y malos hábitos del bebé

Chupete en el Recien Nacido

Antes del nacimiento del primer hijo, la madre se prepara con una gran lista de materiales y complementos impresos en la hoja que le suministra el hospital o la clínica. Uno de estos primeros objetos con los que el bebé tomará contacto nada más nacer junto con los pañales y el biberón, es el chupete. Pero,¿cuál es la función exacta del chupete?¿por qué ahora hay gran diversidad de chupetes?¿cómo y por qué debemos usar el chupete?

Para empezar, cabe decir que el bebé cuando nace se mueve y se dirige por puro instinto, con lo que la acción de succionar para alimentarse estará presente todo el tiempo. La succión es un reflejo de alimentación natural a través del pecho de la madre, de la cuál se extrae leche de la glándula mamaria mediante un movimiento muscular que, en la mayoría de las ocasiones, llega a producir cansancio tanto al bebé como a la madre.

El biberón no deja de ser la “teta cómoda”, donde la alimentación para el bebé va a ser menos costosa pero que puede dejar insatisfecho el instinto de succión del recién nacido. También, si se agrandan los orificios de la tetina provoca que el bebé se alimente más deprisa, y el poco esfuerzo que ya realizaba para succionar queda anulado poco a poco.

Por eso, el objetivo del chupete es mantener el reflejo de succión que ha quedado insatisfecho tras la alimentación con el biberón y que hace que el pequeño se canse gracias al trabajo de sus músculos mandibulares originando el sueño y su descanso.

Existen muchas ocasiones en el que el niño no tiene necesidad ni reclama su chupete, por lo que no es necesario obligarle a usarlo. Sabemos que la comunicación con ellos es gesticular y a través de ruidos y gritos, pero con el tiempo aprendemos a diferenciarlos. El chupete no es el instrumento “calla-niño”, cuidado.

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Cuando un bebé reclama su chupete, suelen recomendarse los chupetes fisiológicos. Éstos son más planos que los habituales y permiten el desarrollo maxilar sin ningún efecto adverso para ellos. Su aceptación dependerá de la forma y el tamaño de la tetina, por lo que si el niño rechaza contínuamente la tetina, ésta debe cambiarse. No es simple gusto, sino que jugamos con su salud bucal y su futuro desarrollo aunque no lo parezca.

Otros casos para los que se usa el chupete son los que el niño se lleva el pulgar a la boca como costumbre y succiona el dedo como si fuese el chupete o la pipa. Debemos insistir en que el bebé deje esa manía puesto que es más difícil que la retirada del propio chupete y el niño puede llegar a la preadolescencia con su reflejo del dedo, además de esconderse y realizarlo en la intimidad porque ya sabe que esa conducta no es adecuada. Por otra parte, existe un hábito menos frecuente que los padres deben detectar a tiempo que es la succión de la lengua. Algunos niños que se succionan el dedo, pueden succionarse más tarde la lengua dando la sensación a los padres que el hábito del dedo ya ha desaparecido.

Otro problema, bastante nocivo para la dentadura del infante es mojar el chupete con cualquier sustancia azucarada como la miel o la leche. Este comportamiento deriva más de los padres novatos o la trasmisión de viejas costumbres que del propio bebé, por lo que su cesión puede ser más fácil.

¿Cuándo debe dejarse el chupete? No hay un tiempo definido para esto pero la recomendación médica es que a partir de los 2 años el chupete ya es innecesario, y es más, puede resultar perjudicial como son las típicas deformaciones de la mordida abierta anterior, el avance de los incisivos superiores, las arcadas dentarias y otras alteraciones. Un ejemplo claro de ello, es que el niño no puede morder una loncha de jamón porque sus dientes inferiores no contactan con los superiores. Esto afectará al crecimiento facial dándole unas características únicas al rostro del niño.

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En la actualidad, las correciones con ortodoncia han aumentado muchísimo puesto que son la primera ayuda para “reconstruir” la zona afectada y una alternativa potente a abandonar cualquier tipo de hábito. En niños de corta de edad y sin hábitos muy marcados, estamos a tiempo de prevenir la ortodoncia simplemente modificando el chupete. Su modificación (puede consultar con su pediatra) provocará que el niño ya no sienta satisfacción con él y deje de utilizarlo.

Si los niños ya son mayores y los hábitos si que están marcados, su deformación será mayor y la ortodoncia requerirá aparatos fijos o móviles para corregir la zona y volver a las dimensiones correctas. Por ello, se recomienda que a partir de los dos años se visite a un especialista para realizar un primer exámen dentofacial y prevenir futuras malformaciones que, seguramente serán más costosas en un futuro.

1 comentario en «Uso adecuado del chupete y malos hábitos del bebé»

  1. Ampliamos el post con algunas de las preguntas más frecuentes FAQ sobre el chupete:

    ¿Qué tamaño tengo que elegir?

    Actualmente, el tamaño viene numerado en los chupetes que se comercializan según la edad del bebé, aunque es el tamaño de su paladar el que fija lo grande que va a ser su chupete. Generalmente, son 0-6meses, 3+ meses, 6+ meses, 12+ meses. El escudo protector que choca contra la boca puede ser rígido o blando, tener anilla o no, pero lo más importante es que tengan agujeron para que la saliva pueda evacuarse ya que de lo contrario el niño podría ahogarse. La pinza debes retirarla a lo hora de dormir.

    ¿La tetina es importante?

    Si. Además de controlar el flujo y el tipo de alimentación que deseas para tu bebé (agua,leche,alimento), le servirá también para cambiar su punto de apoyo dentro de la boca y evitarás que se aburra siempre de la misma tetina. Existen redondas, planas y ergonómicas-fisiológicas. Si escojes una tetina de goma, ésta les resulta más blandita a los bebés pero se estropea mucho antes, adquiriendo olores indeseados y no será posible esterizarla con temperaturas altas ya que sólo los de silicona aguantan la esterilización caliente sin llegar a deformarse. Recuerda que la silicona siempre va a ser más cara que el caucho.

    ¿Cómo lo esterilizo?

    Cuando nace tu bebé, recuerda esterilizar biberón y chupete. Tras 80 o 90 días no hace falta que lo hagas, pero lávalos con jabón para retirar la saliva acumulada. No limpies nunca un chupete con tu propia saliva.

     

     

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