Aunque te digan que nueve meses pasan rápido, eres consciente de que ahora tendrás que realizar muchos sacrificios y dar prioridad a la protección de tu bebé. Algunas costumbres habituales dejarán de serlo por precaución y, sobretodo, aquellos pequeños placeres, deberán ser controlados ya que pueden representar una amenaza para la salud de tu bebé. El primer enemigo que debemos tener en cuenta es el tabaco. Dejar de fumar embarazada es el objetivo primordial de muchas madres y que, a veces, no se consigue al 100%. A pesar de estar desaconsejado totalmente, no serías la primera madre fumadora que posteriormente da a luz y no pasa nada. Si existe una atracción irresistible hacia el tabajo, se recomiendan dosis mínimas de cinco cigarrillos al día. Ojo, siempre con el estómago lleno y nunca fumarlos enteros; simplemente desecharlos cuando lleguen a la mitad. ¿Por qué es tan peligroso el tabaco durante el embarazo? En el feto pude provocarle un bajo peso al nacer, y lo que es peor, aumenta la probabilidad de que la placenta se desprenda del útero y exista un riesgo elevado de parto prematuro y/o muerte súbita.
El siguiente enemigo es el alcohol, aún peor que el tabaco puesto que no se ha establecido una dosis mínima para que no produzca riesgo en la mujer embarazada. Por eso, es necesaria la abstinencia total pues los efectos en el feto son de gravedad tales como un retraso intelectual, alteraciones del sesitema nervioso, malformaciones o que el crecimiento intrauterino se vea alterado y no se desarrolle igual de rápido.
Otras bebidas como el café, té, bebidas refrescantes o incluso el chocolate, que son consideradas como excitantes, se recomienda no sobrepasar de las dos tazas diarias o una sola lata (para los refrescos con cafeína y derivados). La cafeína es un potente estimulante que provoca vasoconstricción en el organismo (los vasos sanguíneos se estrechan) lo cuál puede reducir el aporte de nutrientes y oxígeno al feto. La presencia de cafeína en el cuerpo impiden también que el calcio y el hierro se absorban con normalidad y sus concentraciones pueden verse reducidas, cosa que no favorece para nada los requerimientos en el embarazo.
¿Y qué pasa con los demás productos?
Claro, no sólo van a ser éstos las amenazas para el feto. Existen multitud de agentes y productos capaces de dañar la protección de tu bebé. Lo más frecuentes, debido a su uso cotidiano, son los que te describimos a continuación:
– Productos identificados como tóxicos
– Evitar el uso de lejías y sustituirlos por bioalcoholes o detergentes menos concentrados
– Precaución con la inhalación de disolventes, barnices o pigmentos para la elaboración de pinturas
– Evitar las fumigaciones, y si éstas deben realizarse, pues permanecer fuera de la zona de acción durante varias horas. Lo mismo para los repelentes de insectos (de casa).
Cuantas horas puede permanecer de pie una mujet durante primeros meses d embarazo